Era una fría noche de verano en la villa de Overo. El duque Mario decidió reunir a los tres grandes duques: Él mismo, Dubelchurua y Lucas. En ese momento, tras aporbar los estatutos de la villa y delimitar el espacio central se aprobó la declaración de independencia de la villa de Overo!!!

martes, 17 de abril de 2018

Los gipsis Revolusionarios xD




Gitanos, los «actores invisibles» de la Guerra Civil



Solo unos pocos estudios recientes se han ocupado de averiguar cómo vivió, sufrió y luchó el pueblo cíngaro entre 1936 y 1939, donde más allá del pintor anarquista Helios Gómez o el beato «El Pele», es difícil encontrar a algún protagonista

El pintor anarquista Helios Gómez, el beato Ceferino Jiménez Malla «El Pelé», un tal «Oselito» Palma León… y ya. Si quisiéramos contar los gitanos que, por unas razones u otras, alcanzaron cierta notoriedad durante la Guerra Civil, acabaríamos muy pronto. Casi nada sabemos de este pueblo errante al que la prensa de la época calificaba de «andariego», «indocumentado», «de alegre discurrir» y cuyos hijos «nacían en los caminos». Tan solo un par de estudios recientes se han ocupado de averiguar cómo vivieron, sufrieron y lucharon los gitanos en aquella España que se desangraba.



Su participación en los conflictos bélicos de siglos pasados tampoco es muy conocida, aunque en el caso de la Guerra Civil resulta aún más sorprendente, ya que se trata de un conflicto relativamente reciente sobre el que se han publicado una cantidad ingente de libros, tesis, novelas, artículos o películas sobre los aspectos más diversos.
Una de las principales razones, según coinciden los escasos investigadores que se han ocupado de este tema, es que los gitanos vivieron la guerra como un conflicto en el que no quisieron verse involucrados. Eran fieles a su estilo de vida nómada y sobrevivían del comercio al margen de ese gran marasmo de ideologías que convivían en España, proyectadas en numerosos partidos políticos, sindicatos y organizaciones.
«Le cambiábamos la banderilla al burro»La antropóloga Teresa San Román –que ha estudiado en los últimos 30 años la situación de distintas comunidades gitanas– constata en «La diferencia inquietante» (Siglo XXI, 1997) esta misma tesis, reflejada a través del testimonio de un anciano gitano sobre su experiencia en la Guerra Civil: «Si ganaban los que “aluego” ganaron –contaba– nos iban a hinchar a palos y nos iban a tirar (echar) de todas partes. Y si quedaban los otros, nos iban a matar trabajando en cualquier mina de por ahí y hasta que nos quitarían a nuestros hijos, decían. Ni unos ni otros respetaban nuestras cosas, ni siquiera a nuestros muertos. Así es que el tío X y yo, que íbamos juntos, le cambiábamos la banderilla al burro según pasábamos por aquí o por allí».
Para Padilla, también investigador del grupo «Historia del Tiempo Presente» de la Universidad de Almería y responsable del Archivo Militar de Almería y Granada, esto no quiere decir que no existieran gitanos que lucharan en el bando franquista o el republicano. Como al resto de españoles, esto, por lo general, no se escogía, por lo que muchos se emplearon como artilleros y llegaron a ser cabos o sargentos, hasta el punto de que podemos encontrar a unos cuantos condecorados tanto en un bando como en otro.
Helios Gómez, el «artista revolucionario»Helios Gómez fue quizá la figura más representativa de los gitanos durante la Guerra Civil. Este pintor, cartelista y poeta comprometido con el anarcosindicalismo andaluz trabajó para infinidad de periódicos y recorrió Europa en la década de los 30 enarbolando su raza. «El sino de este gran artista, gitano y revolucionario, le manda siempre estar donde el pueblo viva horas dramáticas», decía de él el diario «Crónica», el 15 de octubre de 1936.

No hay comentarios:

Publicar un comentario