La liberación de
Puigdemont abre grietas entre España y Alemania
El ministro español de
Exteriores considera "desafortunado" el respaldo de la ministra
alemana de Justicia a la decisión judicial de poner en libertad al expresidente
catalán
Puigdemont
asegura que fijará su residencia en Berlín hasta que se resuelva su proceso
judicial en Alemania
El
caso de Puigdemont y su último episodio con la excarcelación del expresidente catalán
por orden de un juez alemán ha abierto serias grietas entre dos Gobiernos que
presumían de muy amigos, el de Mariano Rajoy y el de Angela Merkel. En el
Ejecutivo español no se oculta el enorme malestar con esa decisión judicial que
trastoca toda su estrategia frente a los prófugos del independentismo, por un
lado, y con el inesperado desmarque de la ministra de Justicia de Alemania, la
socialdemócrata Katarina Barley, que considera “absolutamente correcta” y
“esperada” esa conflictiva decisión judicial.
Desconcierto,
primero, por la rápida y sorpresiva resolución judicial de la Audiencia
Territorial del land de Schleswig-Holstein, descartando la petición de
extradición por un delito de rebelión contra el expresidente de la Generalitat,
Carles Puigdemont, y enfado notable después cuando se conocieron las
declaraciones de la ministra ni más ni menos que de Justicia al diario
Süddeutsche Zeitung. El Gobierno de Rajoy lleva meses basando su estrategia
frente al proceso separatista en movimientos judiciales en España y en toda
Europa, ante el aluvión de políticos independentistas catalanes fugados en
distintos países que pretendían escapar de los procedimientos judiciales
abiertos en territorio nacional. El primer y gran argumento para contrarrestar
los intentos de internacionalizar el proceso independentista se centraba en que
no habían logrado el apoyo de ningún país, ninguna institución y ningún socio.
Rajoy
llegó a esgrimir, el pasado martes en Argel, que Europa no podía limitarse solo
a un gran espacio económico y mercantil sino que se fundamentaba en unos
valores morales, democráticos y de derecho comunes. Las últimas actuaciones
judiciales esta misma semana en Bélgica, Alemania y Escocia, dejando en
libertad a varios de esos prófugos independentistas, han supuesto todo un revés
a esa única bala jugada por el Ejecutivo de Rajoy.
Una
cosa queda clara, nadie puede desafiar la unidad de España. Viva!!!!